15 oct 2013

Arévalo, el reclamo de un turismo religioso y místico.

Fotografía de Ángel Hernández
La Llanura de Arévalo. Revista mensual de Cultura y Patrimonio publicada por "La Alhóndiga". Octubre 2013.


Cuando "Credo" está dando los coletazos finales, cuando es hora de comenzar a hacer balance sobre lo que ha supuesto para la ciudad y su Territorio albergar la exposición de la XVIII edición de Las Edades del Hombre, cuando poblaciones de nuestro entorno se afanan por no perder el tren del turismo intentando buscar una relación con Teresa de Jesús de cara al próximo centenario del nacimiento de la Santa, es hora de que Arévalo comience a preparar ya su futuro turístico.

Está claro, como se ha podido demostrar a lo largo de estos meses, que los acontecimientos religiosos continúan siendo fuente de atracción de visitantes. La exposición que desde el 21 de mayo se estructura en las iglesias de Santa María, San Martín y El Salvador, sin duda alguna, ha sido para nuestra ciudad un reclamo turístico sin precedentes.

Cierto es que Santa Teresa no tuvo una gran relación con Arévalo. De hecho no eligió esta villa para crear ninguna de sus fundaciones, aunque según algunas de sus biografías, pasó por Arévalo, de camino a Medina del Campo cuando se dirigió a esta villa para instituir la que fue su segunda fundación, y primera fuera de la capital abulense.

De este viaje, y de su parada en Arévalo, cuentan que la mística abulense pernoctó en la villa, y a la mañana siguiente oyó misa en la iglesia de Santa María. También surgió una pequeña leyenda o cuento, refiriéndose a que la Doctora de la iglesia, se lavó los pies en el Adaja, y esta es la causa por la que los peces que se pescan en este río a su paso por el tramo arevalense, no se pudren, al igual que se conservan su brazo y su corazón.

Pero aunque Arévalo no tenga una relación estrecha con Teresa de Jesús como la que puedan tener poblaciones de nuestro entorno como Ávila, Gotarrendura, localidad de la que es originaria su familia y de la que incluso algunos aseguran que es el lugar de su nacimiento, o Medina del Campo, lo que está claro es que nuestra ciudad está situada entre estos lugares, por lo que tiene que aprovecharse del turismo que genere este centenario, y para eso hay que comenzar a vender a nuestros santos.

Quizá sea el momento de retomar aquel programa que, a bombo y platillo, presentaba hace unos años nuestro alcalde en Madrid en aquellas jornadas promocionales que realizaba la Cámara de Comercio y el Hogar de Ávila en la capital de España. Me refiero a la "Llanura Mística". Arévalo formaría parte de un grupo de localidades de nuestro entorno relacionadas porque en ella habían residido algunos de los que ahora son los santos más importantes.

Juan de Yepes, o San Juan de la Cruz, pasó cuatro años en nuestra ciudad. Fue, pues en Arévalo donde el Patrón de los poetas en Lengua Española adquirió sus primeros conocimientos, y por ende sus primeras letras. El fontivereño junto a Teresa de Jesús fueron quienes llevaron a cabo la gran reforma del Carmelo.

Otro gran santo criado en Arévalo fue Íñigo López de Loyola, San Ignacio, quien tras su paso por la vida cortesana en nuestra villa, sufrió una verdadera transformación y creó la Congregación de la Compañía de Jesús. La educación recibida por el guipuzcoano en sus once años de vida en Arévalo, ha sido clave para la organización disciplinaria de los jesuítas.

Sólo estos dos personajes justifican la presencia de Arévalo en una ruta de turismo religioso, pero Arévalo además ha contado con místicos de otras confesiones. Este es el caso de Moisés de León, que falleció en nuestra ciudad y que fue el autor de "El Zohar" o "Libro del Esplendor", la obra más importante de la mística judía. De igual forma también vivió en Arévalo en el siglo XV Yosef ben Saddiq, autor de "Qissur zeker Saddiq", Compendio de la Memoria del Justo, y aquí nació el poeta sefardí Gómez Silveira.

Este sería el momento para comenzar el "Después" de Las Edades del Hombre. El "Antes" ya lo conocemos, el "Mientras", lo estamos viviendo en estos días, ahora es el momento de poner las bases para lo que viene. Desde las administraciones tienen que luchar para que esta promoción que a lo largo de estos meses ha tenido Arévalo, tenga su continuidad. El turismo religioso puede continuar siendo una fuente de atracción de visitantes. Por eso, después de "Credo", es necesario y sin demora poner en marcha "Llanura Mística", sin dejar a un lado la "Ruta de Isabel", quien gracias a su fervor religioso obtuvo el título de "La Católica", de alguna manera es una mística más, sólo hay que recordar que hay abierto un proceso para su canonización.

Autor: Fernando Gómez Muriel.

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